La Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción es el principal templo católico de Asunción, se encuentra en pleno centro histórico de la capital del Paraguay. Fue la primera diócesis del Río de la Plata.
El último modelo actual fue construido durante el gobierno de Don Carlos Antonio López e inaugurada en 1845. Está dedicada a la Virgen de la Asunción, patrona de la ciudad capital del país.
Desde sus orígenes a la citada Iglesia se la llamó de La Encarnación y costó al Rey 15 Quintales de Harina de mandioca (689.1 kg) y 10 fanegas de maíz (2,8 m3) realizándose el pago el 28 de noviembre de 1539. La Iglesia fue destruida por el incendio ocurrido en la ciudad el 4 de febrero de 1543.
Por medio de la bula papal «Super Speculo Militantis Ecclesiae» (La Iglesia Militante Espejo) decretada por Paulo III (Alejandro Farnesio) el 1 de Julio de 1547 se creaba la Diócesis del Río de la Plata que dependía del Arzobispado de Lima y tuvo como sede la ciudad de Asunción por haber sido la misma el centro de la conquista.
La Catedral a comienzos del siglo XIX estaba tan deteriorada que era sostenida por puntales; aun así pudo soportar el prolongado y efusivo repiqueteo de sus campanas, cuando éstas anunciaron el despertar de la Patria en mayo de 1811.
Ya en tiempos de Don Carlos Antonio López se presentaron el presupuesto y los planos para la construcción de la Nueva Catedral de Asunción; el Arquitecto de la Obra fue el Italiano Alejandro Ravizza y el primer ladrillo para la construcción fue puesto y bendecido por el Vicario General de la Diócesis Pbro. José Vicente Orué, el 10 de mayo de 1842 a las 7:00 a.m.
El estilo arquitectónico es Neoclásico del Siglo XIX, en su interior las naves están compuestas de pilastras estriadas y su techo es a dos aguas; su retablo del Altar Mayor perteneció a la iglesia del antiguo Convento de los Franciscanos, está tallada en madera y es policromada, siendo uno de los tesoros de la capital.
El techo es de dos aguas y en el interior, sencillos artesones policromados de madera aserrada hacen de cielo raso a las amplias naves compartidas por hileras de grandes pilastras estriadas” comenta la historiadora Margarita Durán Estragó en su obra “Templos del Asunción”.
En la torre derecha hay un reloj que marca la hora oficial para todo el país, ese reloj fue instalado por el Ingeniero Enrique Gowdin con la ayuda del Alemán Juan Bukman, la primera campanada de aquel hermoso reloj fue escuchada justo a las 12 horas el 23 de abril de 1851.
Fuente: Asociación Manduara
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